Dios es mi Padre
Dios es mi Padre, qué feliz soy!
Soy hijo suyo, hijo de Dios.
Si Dios cuida de mi, ¿qué me puede faltar?
ni un solo instante, no, me deja de mirar;
mi vida suya es, cual diestro tejedor,
la va tejiendo El con infinito amor.
Hilo por hilo tejiendo va,
si tú le dejas ¡que bien lo hará!
Después del huracán un pájaro cayó,
no creas que eso fue sin permitirlo Yo;
el pajarillo aquel se vende por un as,
no tienes que temer, tú vales mucho más
No ves con qué primor El sabe engalanar
al lirio que tal vez mañana han de cortar;
pues sia una humilde flor
cuida tu Dios así, ¡con qué infinito amor
no cuidará de ti!
En el cielo se ven mil estrellas brillar;
Dios las conoce bien, Dios las puede contar.
Si El mismo fue a buscar la oveja
que perdió, jamás me ha de olvidar
aunque le olvide yo.
Dios es mi Padre, mi Padre es Dios.
Dios es mi Padre, ¡qué feliz soy!